El autorretrato, como género artístico, es ejercido por diversxs artistas para tratar innumerables temas abordados por sus cuerpos, con la particularidad de que el/la fotógrafx adquiere el triple rol de autorx, sujetx y espectadorx, decidiendo cómo presentarse y posar ante la cámara, para después tomar distancia para su visualización.
Cuando se construyen imágenes con el cuerpo propio, parece inevitable una reflexión sobre el concepto de identidad en diálogo con el contexto sociocultural que la sostiene. Los resultados de este diálogo cultural suelen ser identidades validadas, en crisis o que producen cierta incomodidad.
Esta selección de fotografías propone un recorrido anacrónico y diverso, donde se manifiestan críticas, ideas, reflexiones personales, anhelos, atesoramiento de recuerdos, construcción de estatus social, citas, ironías, fake news, cruces temporales, diálogos entre dolores y placeres, ocultamientos que visibilizan rasgos de la personalidad, incomodidades y ficciones, siendo muy pocas las personas que deciden retratarse con el mero objeto de tener una copia exacta de su fisionomía.
Vivimos una época que pareciera tener la urgente necesidad de mostrar, y custodiar, imágenes de nuestro cuerpo, fenómeno que ha crecido en paralelo a la tecnología. Demasiado a la ligera podríamos despachar la práctica como una consecuencia del narcisismo, consideramos esta práctica como una poderosa herramienta de autoconocimiento y empoderamiento, que nos lleva a preguntarnos, ¿existe algún yo que pueda conocerse plenamente o solo accedemos a breves instantes de luz? ¿de qué es capaz un cuerpo?