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No me van a creer pero se me empezó a romper la piel. No se cómo explicarlo. Se empezó a ahuecar y desde ese hueco empezó a nacer un bosque. De golpe. Cuando mire, los árboles ya estaban crecidos y frondosos.
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Es raro andar llevando un bosque en el dorso de mi mano. Parece que la profundidad es mucho mayor de lo que creemos.
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El hueco no modifico el grosor de mi cuerpo. El hueco hizo espacio en mi piel y el bosque simplemente surgió.
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No quiero moverme demasiado todavía para no ver si se me han ahuecado otras partes. Por ahora solo vi mi mano.
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Si el dorso de una mano puede albergar un bosque…el pecho que inmensidad!
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¿Cuantos huecos tendré en mi piel? ¿Cuantas pieles envuelven mis huecos? ¿Cuantas capas tiene mi piel? ¿Cuánto espacio cabe entre un hueco y una capa de piel? ¿O un bosque?
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Los huecos no saben del dolor, solo son espacios donde crecer o dejar crecer algo, o a alguien.
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¿Cuantas pieles y huecos me constituyen? ¿Cuantos bosques dejo crecer?
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Mariana Calcumil / @marianacalcumil
Mariana Calcumil es artista escénica oriunda de Fiske Menuco, donde se desempeña como hacedora teatral independiente. Actúa, escribe, dirige y coordina talleres. Realizó su formación académica en IUPA, se egresó en 2015 de Profesora de Teatro y estudio en talleres y seminarios distintas técnicas: teatro callejero, clown, máscaras, movimiento, danza contemporánea, estatuas vivientes, escritura, actuación. Editó su primer libro de forma autogestiva en 2021 junto a Lupe Carrillo Ortega en diseño artesanal y Silvia Melin en ilustraciones. Actualmente trabaja como artista independiente en distintos grupos y elencos, gestiona un espacio alternativo (Casa que arde), realiza creaciones teatrales colectivamente en distintos roles.
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