Crónica de una noche de desvelo

¡Podés escuchar el audio relato acá!

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Me pregunto qué hora será -como si eso cambiara en algo mi realidad desvelada-. ¿Cuándo dejamos de usar relojes en la mesa de luz? El problema es que, para saber cuán tarde es -¿tarde para qué, no?-, tengo que agarrar el celular. Y, con ello, abro una Caja de Pandora que preferiría enterrar hasta que salga el sol.

Me doy vuelta para el otro lado…

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01:00 AM

No paro de tararear en mi cabeza una canción de cumbia uruguaya, que dice: “Que tiene la noche cósmica virtud, que envuelve mi cuerpo de una mágica inquietud”. Sí, salvo que estés sola; ahí, la “mágica inquietud” se transforma en algo no mágico, pero sí muy inquieto, que todes conocemos como ansiedad. Lo que pasa de noche, creo yo, es que la soledad se asoma como un vampiro que estuvo abajo de tu cama todo el día, esperando que se escondiera el sol, listo para prenderse de tu cuello y alimentarse de la poca cordura que te queda. 

Es que somos meros obreros de un sistema capitalista que nos enseña a trabajar de día y desconectarnos de noche y, cuando eso no sucede, se activan cosas muy heavys adentro nuestro. Como si el hecho de que no haya sol significara sustancialmente algo. Acá es de noche, pero en China es de día. ¿Cuál es el criterio? ¿Cuál es la vara para la relatividad?

En fin, es de noche, como siempre resucita la soledad y yo… agarro mi celular.

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02:00 AM

Instagram, qué maldito vicio. ¿Cómo fue que caí en este oasis de felicidad idealizada, en una vida de realidad desértica? Cuerpos hegemónicos, todas podemos ser bellas, si lo intentamos al máximo. ¿Acaso no estoy invirtiendo el tiempo de vida y el dinero suficientes? Mañana me coso la boca y arranco a darlo todo posta, sí o sí. Va a ser la solución de mi vida; la solución de mis días. ¿Y de mis noches? ¿Cuál va a ser la solución de mis noches?

Quizás la cura para la ansiedad sería completar mi cama, pienso, mientras miro la parte vacía; ser dos, amar, comprometerme, entregarme a la monogamia para encontrar esa mitad que me falta. ¿Cuándo me va a llegar? ¿Acaso no lo merezco?

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03:00 AM

Más despierta que en cualquier momento del día o, incluso, de mi vida, pienso en como duele haber sido construida con cimientos de amor romántico. Quizás no dolería tanto, si fuese una persona algo conformista, fiel a algún sistema de creencias que no se cuestiona nada. Supongo que entre las tres y las cuatro, todes les desvelades nos detenemos a pensar si nuestra vida sería más fácil, de habernos tomado la pastilla azul -Matrix fan-.

Pero nos tomamos la roja y acá estamos, no nos pueden volver a conectar… 

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04:00 AM

Qué forros son los mandatos; son conductismo puro. Mi cabeza ya decodificó casi todo, pero mi cuerpo es fiel a toda esa mierda. Porque la angustia es física; la siento en el nudo en la garganta, en el vacío de mi estómago, en la taquicardia de pensar en ciertas situaciones. ¿Cómo se hace para desactivar esto más rápido? ¿Será que estamos condenades a una vida de intentarlo? Maldito apego, ¿por qué me hacés esto? Mira que intento todo, pero TODO. Me abro a un universo de posibilidades, pero sigo esperando que te des cuenta. Que aparezcas en mi casa, víctima de una epifanía auspiciada por el Hollywood de los noventa y me digas cómo no podés vivir sin mí. Y mirá que sé bien que podés y que yo también. Sé que el tiempo cura todo y que nadie muere de amor. Como sé que veintinueve años no son nada y se me vuela la vida, anclada en esta. ¿Será que es posta que un clavo saca a otro? Qué tristeza me genera el sólo pensarlo.

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05:00 AM 

Igual no es todo culpa mía. Es un mundo diseñado para ser dos. Recién ahora nos están dejando amar a quién se nos cante, ¡pero antes ni eso! ¿De qué me quejo yo? Soy rubia, programada para ser heterosexual. ¡Sólo tenía que encontrar un hombre más o menos “decente” y listo! Vida resuelta. No estaría acá, sola, pensando en esto a las cinco de la mañana. Pero no, me dedico a complicarme la vida. Y es que “con este carácter no hay tipo que me aguante”.

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06:00 AM

También quiero ser profesional, eh! La mejor. Al mismo tiempo, bella. Pero MUY bella. Nunca es suficiente. Siempre apretándome lo que me sobra y fantaseando con agarrarme alguna enfermedad no muy grave, pero que me obligue a cerrar la boca un tiempo. Para tener un renacer. Volver a la vida social y escuchar, “¡Ay, qué flaca estásss!” Y, a partir de ahí, mi vida va a estar resuelta. Voy a encontrar a ese hombre o, quizás mejor, vas a volver vos. Después de esa epifanía que tanto te deseo. Felices para siempre. Porque lo más importante es el amor; heterosexual, claro.

Pero bueno, son casi las siete de la mañana. Estoy en pijama, muy lejos de la hegemonía de la belleza, sola, en mi cama medio vacía. Al menos, el insomnio me acompaña como una terapia de ansiedad, para seguir por el camino que elegí; el difícil, el de la deconstrucción. Es un camino de soledad a nivel romántico, a veces, pero el más lindo para transitar al lado de grandes amigues bancacabeza. Pienso en elles, en que quiero abrazarles y agradecerles mucho. Faltan pocas horas.

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07:00 AM

Salió el sol. Sobreviví a otra noche de desvelo. Todo bajo control.
Soledad, nos vemos a la noche. ¿A la una te queda bien?

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Inspiración militante

¡Podés escuchar la nota acá!

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Pienso en cómo empezar. El miedo a caer en lo obvio, en los clichés, me paraliza y mucho más de lo que me gustaría admitir.

Conforme mi vida avanza, aprendo -afortunada y privilegiadamente- sobre el ser humano, la construcción social, el arte, el cine. Conozco vida y obra de gente demasiado zarpada. Desde leyendas idealizadas que vivieron en otra época, hasta pares de carne y huesos que rozan los míos. Entiendo que, existiendo elles, no hay razón clara por la cual alguien quisiera escuchar lo que tengo para decir. Pienso en lo importante de la inspiración. No me refiero a una suerte de espíritu santo que llega inesperadamente y fecunda una obra, conservando la virginidad de no tener que pasar por tortuosos procesos de escritura; sino de la verdadera inspiración, la humana, la que refuerza nuestra vocación al ser testigues de cómo otras personas se animan, hablan y hacen. Esas que a su paso dejan un rastro de combustible en el suelo de nuestras ideas y nos invitan a animarnos a prender el fósforo y lo más difícil… soltarlo.

Este año tuve la suerte de toparme con dos autoras que despiertan en mí esa admiración tan profunda que viene con una cuota de envidia -sana- de su genialidad y deriva en esta tan anhelada inspiración que menciono. Ellas son Phoebe Waller Bridge y Michaela Coen, creadoras de las series Fleabag y I May Destroy You, respectivamente. Ambas son, también, guionistas y protagonistas. ¿Algo más, chicas?

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Las tramas de las dos series exploran la sexualidad, los vínculos, las pérdidas, los miedos, la profesión, los mandatos, los roles de la mujer en la sociedad, entre muchas otras temáticas de la tupida agenda de la deconstrucción. Nos presentan personajes tan cercanos que se sienten personas, así, reales, como nosotras; que lidian con las mismas cosas y en el mismo mundo, enfrentándose a la doble moral del ser humano.

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Ya con base en ser series concebidas y llevadas adelante por estas dos mujeres brillantes, el feminismo se respira en cada escena sin ser burdamente explícito. Las protagonistas militan con su sola existencia y permanente toma de decisiones. Y es que es un mundo tan hostil para ellas como lo es para mí y como lo es para todas. También esperan de ellas las mismas cosas por ser mujeres, les exigen cumplir los mismos roles, los mismos estándares de belleza, les quieren imponer las mismas limitaciones sexuales y son abusadas de las mismas maneras. Todos los personajes femeninos son interesantísimos y diversos. Las historias nunca se sienten ajenas. A pesar de que conocemos ese mundo, vivimos en él y sabemos cómo funciona, la trama nos incomoda permanentemente. Incluso les que más trabajo hacemos por identificar las fugas en el patriarcado, nos sentimos perdides ante ciertas situaciones que las autoras eligen abordar y todo se complejiza cuando te das cuenta de que son muy recurrentes en la vida real, donde tampoco sabemos qué hacer ni cómo.

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¿No les llama la atención que les espectadores respondamos con tanto interés al incentivo de que se trate de historias de personas comunes? Es increíble el poder de interpelar y acompañar en simultáneo que tiene el arte y cómo siempre ha sido una poderosa herramienta en los continuos procesos de cambios sociales, a la vez que un espejo fiel de ellos.

Nada que ver con nada y todo que ver con todo. Me pregunto, ¿cómo se puede ser tan genial? ¿Cómo se puede escribir algo tan inteligente? Es imposible no sentir profunda admiración por mujeres de mi edad que sacan adelante piezas artísticas de este calibre, con este nivel de responsabilidad social y de representación, siendo tremendas autoras y liderando, al mismo tiempo, el circuito comercial desde las plataformas que las financian y los premios que las avalan.

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No paro de pensar en cómo mi yo adolescente sentía admiración por los cuerpos femeninos hegemónicos, mientras que mi yo adulta ahora lo hace por las mentes de mujeres brillantes y creativas, que nos inspiran tanto en el arte, como en la vida. Algo bien estamos haciendo en el grupo de les que luchamos y sufrimos día a día por deconstruirnos, sobre todo Phoebe y Michaela.

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Las opiniones y comentarios desarrollados en esta publicación responden a la subjetividad de lxs autorxs que participan.