Hábitat

Por: Carolina Biscayart

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Quiero ser pez
atravesar escurridiza
el agua
avanzar en el azul
con el solo peligro de la improbable red
pero no soy pez
soy una felina de gestación lenta
de físico contundente
de uñas retráctiles
quiero ser pez
y recorrer el mundo sin el límite claro
con el escondite fácil
y el vaivén de cuna de las olas
pero no, soy una felina
dependiente del sol durante horas
que necesita el roce de la manada
el lengüetazo de la madre
el lengüetazo hacia la cría
quiero ser pez sin saber
qué me alimenta
en esa acuosidad
pero soy una felina que despierta
al hambre con dolor
que espera al acecho
elige la presa
y precisa matar a la luz del día
al brillo de la sangre ajena
a la culpa del impulso voraz
quisiera ser un pez que deje
a otros pececitos
en la abundancia del océano
pero no, soy una felina
que arrastra la carne
hacia las bocas de cachorros
y se emociona con la faena exitosa
al caer la tarde
quiero ir bailando en cardúmenes sincronizados
pero arrastro fuerza, destreza y decisión
al unísono de mis hermanas
no tengo la religión
subterránea de los peces
sólo rezo a ese paisaje ocre
que el hambre tarde en llegar
y deje al sol implacable quemándome
soporto con placer el calor insaciable
el deseo de quietud
con la cabeza erguida
la condena a la sed
a la ausencia del agua.