S/T

Por: Lucía Lubarsky

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La primera vez que me sentí perdida al lado de mi abuela 

ella no podía recordar la dirección de su casa. 

Yo tenía seis y me habían obligado a memorizarla 

la recitaba por dentro pero rogaba que fuera ella quién soltara el sonido 

quien escupiera las formas ordenadas de la memoria. 

La miraba desde la cintura suplicante 

como esperando un milagro o una epifanía 

ella solo podía maldecir hasta que solté  ¨Acassuso abuela¨ 

y completó el número aliviada.

Cuando esas fallas geológicas suceden 

algo que debía haber estado sellado se abre 

y el mundo deja de ser para siempre ese universo 

dónde ibas a estar a salvo.

Lucía Lubarsky / @lulubarsky