¿Me hicieron creer quién era?
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Porque, de pronto, me defino como el orgullo de mi papá y mi mamá.
La nacionalidad de mi lugar de nacimiento.
El género de la libreta.
El título de la facultad.
Los errores de mi árbol genealógico.
Una cara en el tumulto social, un puño en la marcha popular, un número en el sistema capitalista patriarcal.
Una religión en la que no creo ni apoyo.
El amor que alguna vez alguien me demostró.
El silencio impuesto para que no me pueda rebelar.
Los ojos cerrados de la pobre, blanca, burguesa, heteronormada en el mundito obtuso.
La factura vencida de los impuestos municipales.
La receptora de una puteada ajena.
El asfalto bachado, el árbol asfixiado.
-Entre el despojo de lo que me hicieron creer que era y el encuentro con mi verdad, mi esencia, estoy en el vacío existencial lleno de posibilidades y, al mismo tiempo, cubierto de la nada misma-.
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