Kanashibari es Yakumo

Por: Ruth Pereyra

Versión escénica del cuento de Paola Kaufmann

Cuando un texto es lo suficientemente atractivo como para querer hacer algo con él, pero a la vez lo suficientemente sustancial como para no querer cambiar su formato y su esencia de relato, se convierte entonces en un hibrido que debe encontrar su propia expresión. 

En el arte siempre nos importa el proceso creativo, pero cuando el proceso creativo es un puente que descifra una forma poética, es justo de eso de lo que necesitamos hablar.

El proceso creativo de Yakumo la obra interpretada por Maite Aranzábal y Ruth A.  Pereyra, inspirado en el cuento Kanashibari de Paola Kaufmann, implicó lanzarse a la pileta, sumergirse en un oriente antiguo que debajo de su aparente quietud de paisajes amplios y bellos, esconde un tenebroso bosque cargado de mitos y leyendas terroríficas. Ilusiones, frustraciones, huidas y abandonos que transforman la porcelana fina y diminuta en pedazos rotos, en raccontos ocultos de la vida.  De pronto aquel relato de un viejo Japón tenía tanto que ver con sus intérpretes como cualquier historia que se contase en un paisaje local. 

Paola Kaufmann, científica y escritora nacida en Fiske Menuco falleció muy joven y tuvo una breve pero muy vasta trayectoria literaria. Escribió Kanashibari, un cuento de terror sobre una historia de amor que conmovió a Maite Aranzábal durante mucho tiempo impulsándola a llevar el relato al escenario, en su necesidad de contar intuye que podría acompañarla un violonchelo.

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Persiguiendo aquel deseo y la intuición, sumado a la exquisitez literaria del cuento comienza este proceso de montaje en el que Maite me invita a acompañarla con el violonchelo.  Las sesiones de armado y los encuentros se trataron de escucharnos mutuamente. Escucharnos en relato y música provocándonos una con la otra y sumergidas en ese cuento crispante, encontramos una forma de narrar a dúo la historia de Yakumo. Nos entrelazamos en un collage de situaciones entre narradora y música. Ambas actrices y entregadas a provocarnos en aquella encarnación friccionada de la escena, pero también dejándonos atravesar por la verdad del presente que nos encontraba ejecutando sonidos, creando climas y diciendo palabras que resuenan en todo el cuerpo

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Un híbrido sonoro, un diálogo entre frases y palabras con un violonchelo que intenta pintar la escena de colores orientales. Pero su ejecutante troca el rol y siendo afectada por el mismo relato, se deshilacha en la escena al igual que la narradora. Entonces aquella idea de espectáculo de narración oral en vivo se transforma, deriva y se vuelve una experiencia intensa de textura indefinida. La música no es música, sino una sonoridad que evoca, pero no completa y el texto no es un cuento que se relata en una voz, sino algo que cala más profundo y se interpreta de manera vivida con todo el cuerpo en una escena que sostiene el hecho. 

-Los bordes se desdibujaron porque hayamos momentos de verdad y ficción, pero no sabemos en qué momento la historia la cuenta Maite o cuando se vuelve una narradora viajera de tiempos otros que habla en un ensueño y te convierte en espectador en primera persona. Porque el mito japonés es además de una metáfora, una pesadilla real, un susto existencial de la vida. No hace falta haber huido ni haber sido abandonada para ver en este relato la historia de la humanidad toda. 

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-Sobre la obra-
A modo de ilustración de libro de un cuento antiguo, dos mujeres habitan un espacio que alude, condensa y potencia el texto narrativo, creando una trama entre objetos, iluminación, vestuario, palabra y música.
Los sucesos narrados escapan a las palabras volviéndose carne, sonidos y atmosfera, sorprendiendo incluso hasta sus propias intérpretes, habitar el mito japonés en una evocación de los hechos que se comparte.

Ficha técnica:
Interpretación:  Maite Aranzábal. 
Violonchelo: Ruth A. Pereyra.
Vestuario y utilería: Frida Pellegrini y Fernanda Bohigues
Dirección: LiLi Presti. 
Asistencia Técnica: Guillermo Aranzábal 

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Paola Yannielli Kaufmann – General Roca, 8 de marzo de 1969-Buenos Aires, 24 de septiembre de 2006-

Ruth Pereyra / @ru_inodora_pereyra / Nació en Junín de los Andes Patagonia Argentina. Es actriz, música y docente de teatro, graduada del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (lUPA) en el año 2015.Paralelamente, su búsqueda musical con el violonchelo, la percusión y la voz la han llevado a explorar los caminos de la formación académica y popular. Forma parte de la Orquesta Ocasional de Rock sinfónico O.O.R.S y ha grabado canciones como chelista invitada junto a músicos locales del Alto Valle. En la actualidad su interés por las infancia la han impulsado a enfocar sus investigaciones escénicas y pedagógicas hacia ese público específico, trabajando en conjunto con el colectivo Teatro al vacío.

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