Tiempo muerto

Por: Amanda Mujica

Beso, gato, peluche, estafa, roedor, cielo, abrupto, exabrupto, desasosiego, metrallas, memoria, monkey-mono, eje financiero, temeroso, vulgar, sexual, frágil, tormentoso,
Japón. Las palabras viajan a una velocidad abrumadora siendo imposible hilarlas con claridad, sin embargo, tienen el poder de romper cualquier neblina.


Voy y vengo. Papelitos se superponen en la pared blanca. Múltiples versiones disparatadas hasta dar con una definitiva: Tiempo Muerto. ¿Los paperoles de Proust o el cortar y pegar de Joyce?, califico para ambas en un acto de honor auto otorgado. Me vuelvo a atar el pelo en la mitad de un cráneo tirante. Me levanto y me como un durazno, deliciosas son las frutas de carozo: que buena época para ser una fruta en el Cono Sur. Niños juegan fútbol en el tanque, gritan gol en coro. La pared marrón de la entrada de la casa reza “Aguante el reggeton. Polaka 100% blanca cumbiera”, reliquias de identidades fugitivas.

Brenda M. firmó estas palabras el día 01/12/2006, fecha en la que jamás había estado en Argentina. Marguerite Duras dice que escribir no es hablar, es callarse y aullar sin ruido, dice que todo escribe. Mi amiga A. me contó que vive sus tiempos muertos deshabitada, que observa atentamente sin ver, que su cuerpo es una estatua cálida, una simulación humana. El tiempo es la duración de las cosas sujetas a mudanzas, mientras que estar muerto es estar muerto, ¿la muerte está vetada de cambio? ¿El tiempo muerto puede ser una mente atolondrada con la mirada fija en una nube, mientras se quema un sandwuchito provocando un incendio? ¿El tiempo muerto es circunstancia o accidente? Deleuze sugiere que cuando el espacio se encuentra desprovisto de una presencia activa, es a través de una conexión de ensueño que nos conectamos con este.
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Solicitar un tiempo muerto en el baloncesto es una herramienta estratégica dentro del partido que transcurre a gran velocidad. Al solicitarlo, se otorga un minuto, en el que se pueden preparar pocas cosas. La pausa sirve para generar nuevas directrices y procurar modificaciones de actitud. El tiempo muerto busca poner orden donde había desconcierto, cambiar el ritmo y presionar al equipo contrario para generar que cometa errores fatales. Un minuto para pensar y decidir. Marguerite Duras, fruto de un tiempo muerto, describe con delicadeza la agonía y muerte de una mosca en un restaurante vulgar donde ella esperaba a un hombre. Lo hace de una forma tan elegante que la mosca, azul y negra, parece vestida de Armani.

A mi vera, hay una mosca patagónica, que se coló en mi vulgar habitación propia y la quiero matar, pero matar no puedo. Me produce inmensa repulsión el posible sonido de un bicho invertebrado aplastado sobre cualquier superficie, prefiero morir ahora mismo. La mosca tiene la soberbia de posarse en todas partes: el borde de un vaso
limpio, el teclado en el que escribo, mi hombro desnudo y sobre su propio libro: escribir. ¿Duras protege las moscas o las moscas son las protectoras de las escritoras?

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El mejor tiempo muerto se vive en absoluto silencio. La belleza de no escuchar nada se genera cuando se calla todo el mundo, los vecinos duermen y la gente no habla por teléfono. Las nubes dejaron de moverse. El silencio no es fácil de conseguir y suele ser caro, pero la terrorífica capacidad de adaptación del ser humano hace que tengamos la posibilidad de encapsular cualquier sonido, pudiendo vivir tiempos muertos en todas partes, a todas horas. El silencio, real o virtual, es fundamental para que un tiempo muerto se lleve a cabo, siendo este trascendente porque es el momento en que las ideas nacen. Arroja luz cuando no sabemos que hacer.

Defendemos el tiempo muerto para descifrar las claves de lo que acontece a nuestro alrededor, pasar página y dejar la mente en blanco. Respetamos el tiempo muerto porque todo escribe y hay que darle una oportunidad. Buscamos gozar la violencia irracional del tiempo muerto hasta la última gota.

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Amamos el silencio porque es fundamental.

Amanda Mujica @jugodenaranja1234

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